IX segunda parte.
Del mapa celeste al telescopio
Como decía el mes anterior para calcular el diámetro del campo del buscador haremos lo siguiente:
Localizar dos estrellas que quepan justamente dentro del círculo limitante del campo de visión (p.ej. Osa Mayor o Cassiopeia). Veamos después cuantos grados se encuentran separadas estas estrellas en el mapa refiriéndose a la escala de declinación a lo largo de los lados. Este es el diámetro del campo del buscador utilizado.
Ahora haremos lo mismo para encontrar el tamaño del campo del ocular de menor amplificación que usemos en nuestro telescopio. Será seguramente cercano a 1º equivalente al área del cielo que logra cubrir con el tamaño de la uña del dedo meñique de nuestra mano con el brazo totalmente extendido.
Este es tan pequeño, que puede resultar difícil identificar en nuestro mapa un par de estrellas y medir así el campo que cubren. De aquí que ahí va un nuevo método:
Escoger una estrella que se localice dentro de una distancia de 10º alrededor del ecuador celeste. (p.ej. en el cinturón de Orión, o en el círculo de Piscis). Centremos la estrella en el campo del ocular y tomamos el tiempo en segundos que tarda la estrella en llegar del centro al extremo del campo. Dividiremos este tiempo entre 120 y tendremos así el diámetro del campo en grados. (Apagar el movimiento de relojería si lo tenemos, evidentemente)
Ahora, usando la escala indicada en el margen de las cartas, podemos dibujar círculos en hojas transparentes correspondiente a los tamaños de los campos estelares de nuestros oculares. Deslizando tales círculos sobre las cartas podremos ver exactamente que figuras estelares pasarán a través de nuestro campo de visión cuando movamos el telescopio.
Ahora estamos listos para nuestra primera cacería de cielo profundo.
Ramón Canet Sintes
Septiembre 2010
ASTROMENORCA